Tras la denominada “revolución del 68” algunos de los “nuevos derechos” promulgados se han tratado de imponer. En este proceso algunos derechos fundamentales han sido redefinidos hasta perder su sentido original y terminar significando incluso lo contrario. Es lo que sucede, por ejemplo, con el derecho fundamental a la vida, que de tantas formas diferentes, desde el inicio hasta el final de la existencia humana, se pone hoy en cuestión, como ha denunciado con claridad el Papa ante los embajadores en su discurso al Cuerpo Diplomático.
Domingo Martínez Madrid